martes, 31 de enero de 2017

Coyuca

No hay nada más gratificante que escribir de los recuerdos, escribir desde la memoria. Significa que has vivido, te das cuenta de que a pesar de los malos momentos, viviste otros que te arrancan de la nada una carcajada.

Hoy escribiré del lugar donde crecí, mismo lugar donde crecieron y se conocieron mis padres y mis abuelos. Escribiré de Coyuca de Benítez, rinconcito costeño del estado de Guerrero, pienso en él y me viene a la mente no su belleza, sino la gente,  las personas que le dan vida, que hacen que no sea un pueblo más a orilla de carretera. De pequeña no me gustaba vivir ahí, sentía que nada interesante podría pasar, que viviría y moriría aburrida en una hamaca. Nunca me cautivo el pueblo, pero ahora que lo pienso y recuerdo las historias que me contaban mis papás, Coyuca es parte de mi historia, Coyuca son las tardes que pase en el balcón de mi casa con mi prima Karla y ahora ya no está o las noches de platicas eternas con mi abuelita Linda en ese mismo balcón, Coyuca son los caminos donde mi hermano y yo aprendimos a manejar acompañados de mi papá. Son los 25 de diciembre y 1 de enero cuando íbamos a la playa y se quedaba el pueblo como fantasma. Coyuca son los domingos de ir a la huerta en la parte de atrás de la camioneta de mi abuelito Chiro que se brincaba los topes.
Coyuca son mis recuerdos, mis tristezas y alegrías. Mi infancia, mi adolescencia, mis amigos que se quedaron suspendidos en el tiempo.

domingo, 29 de enero de 2017

Mar de contradicción

Soy un mar de contradicciones: Me muero por tener hijos, me enternecen tanto los niños, me encantaría que alguien me llame "mamá" y poder leerles cuentos antes de ir a dormir, pero a la vez me aterra la idea de perder mi juventud cambiando pañales, de dejar de vivir mi vida y dedicar cuerpo y alma a educar a alguien que dependerá de mi.
Sueño con casarme y llegar vestida de blanco al altar, no obstante, siento pánico por dejar parte de mi libertad. No quiero estar sola siempre, pero hay momentos en que la compañía me llega a hartar.

¿Qué es lo correcto? no lo sé, tal vez nunca sepamos que nos hará realmente feliz...

viernes, 27 de enero de 2017

La fatiga de las palabras

Hay días en los que quisiera no hablar, no decir palabra alguna. Las palabras pesan, fatigan, se van volviendo un lastre que arrastramos sin querer...
No decir nada, encerrarme en un mutismo eterno, no dejar jamás que las palabras me esclavicen y me cansen...mejor pensar en silencio, ser libre y no preocuparme si las palabras que profiero afectan a terceros.

Las palabras pesan, fatigan, cansan...

jueves, 26 de enero de 2017

Tacos Altos

Recuerdo muy frecuentemente una frase dicha por una amiga "Yo me pongo zapatillas y me siento poderosa, me dan seguridad"...Yo, acostumbrada a los tenis y zapatos de piso, no entendía su postura y me preguntaba si había necesidad de pasar por esa incomodidad.
Durante mucho tiempo, me rehusé a utilizar zapatillas, defendía mi postura a morir; hasta que, cierto día vi un par de tacos altos color rojo, fue amor a primera vista, me lo puse para ir a una fiesta y comprendí a mi amiga, me dieron seguridad, me sentía diferente por ser 10 cm. más alta.

Aún ahora, no me acostumbro a caminar siempre entaconada, pero cuando la depresión toca a mi puerta, cuando mi autoestima está por los suelos, miro mi par de zapatillas rojas y sonrió al imaginarme por la calle caminando con ellos.

lunes, 23 de enero de 2017

Viaja ligero

Que bonito es no esperar nada de nadie y vivir liberada...Suena muy sencillo, soltar, dejar ir, pero no es tan fácil como debería de serlo; nadie es dueño de nadie y aunque lógicamente lo entendemos, muchas veces los sentimientos nos dicen todo lo contrario y nos aferramos, nos aferramos tanto como si las personas fueran nuestra tabla de salvación y sin ellas nos hundiríamos en las profundidades del océano, de ese océano que somos nosotros mismos y nuestra soledad.

Cuesta mucho y se sufre lo indecible, pero esa libertad que te da el no estar esperanzado a nada de nadie y ser tú y nada más que tú, es la mejor sensación, como si un peso de más de mil toneladas que te aprisiona y no te deja disfrutar de la vida, se desvaneciera.

Hay que viajar ligero!

domingo, 22 de enero de 2017

Belleza Artificial

Bienvenidos a mi Blog: "El diván de Brianda", donde compartiré con ustedes mis pensamientos y si gustan sugerir temas, adelante. Soy una mujer de 25 años...pasando por la crisis de los 25 al igual que muchas (y muchos...) esta es: soltera, con el corazón roto...cuasi independiente del seno familiar, con ganas de viajar por el mundo, pero sin un peso en el bolsillo jajaja.

El título de mi post refiere a algo que me paso hoy, y que a muchas seguramente les pasa: Una tía se comunicó conmigo alegando que le había ocultado mi "secreto" para adelgazar (algo falso) me dijo "porque no me dijiste que el mate sirve para adelgazar"...yo me quede sacada completamente de onda, tomar mate (luego hablaremos del mate, sus beneficios y lo adictivo que se vuelve) es una costumbre argentina y yo como fan del tango me encanta todo lo que tenga que ver con Argentina, no lo tomo por adelgazar es más, como es amargo le pongo chorros de miel. Mi tía se encuentra desesperada por bajar de peso para la boda de su hija, su desesperación me conmovió y me hizo reflexionar ¿hasta dónde hemos llegado ? o más bien ¿hasta dónde nos han llevado? A las mujeres nos inculcan el ser perfectas, el tener un buen cuerpo para tener un buen marido (incluso en estos tiempos modernos) seguimos supeditadas a lo que los hombres consideraran hermoso. Gastamos miles de pesos en productos "milagro" para adelgazar, en cremas para evitar las arrugas, en tratamientos contra la celulitis y un sin fin de cosas que yo llamo "belleza artificial" Yo, al igual que mi tía sufro mucho contra la bascula porque en casa siempre escuche comentarios despectivos hacia las personas con sobrepeso, sufrí sobrepeso mucho tiempo, ahora llevo una vida de ejercicio y trato de cuidarme pero sin esclavizarme, sin evitar los pasteles que me encantan.

Soy un mar de contradicción: Sufro si subo de peso por los comentarios de las personas, por otro lado disfruto de los chocolates. Creo que la clave (ahora lo entiendo) es encontrar el equilibrio. Nadie me va a querer más que yo. Debo verme en el espejo y sentirme bien con lo que veo, que mis defectos no oculten mis virtudes. Que si estoy un poco rellenita es mi decisión, igual si estoy flaca es mi decisión y no obedecer jamás a lo que la sociedad me diga.

Todas somos únicas y debemos salir a la calle con la seguridad de andar por la vida con ganas de conquistarlo todo.